Comedor infantil en Jenaro Herrera

En 2021, con motivo de la experiencia misionera de un grupo de seminaristas en la selva amazónica del Perú, conocimos la obra que las Franciscanas del Rebaño de María llevan a cabo en la misión de Villa Jenaro Herrera, en la provincia de Requena del departamento de Loreto. Las hermanas llegaron hace cuarenta años a Jenaro Herrera, entonces una población de unos 3.000 habitantes que hoy alcanza los 6.500.

En Jenaro Herrera atienden un colegio público que abarca infantil, primaria y secundaria, además de mantener diversos talleres para la pastoral familiar, especialmente con las mujeres a través del Club de Madres. Una de las hermanas, con formación sanitaria, atiende el botiquín de primeros auxilios de la localidad.

Jenaro Herrera se localiza en lo que se denomina Selva Baja, un terreno con 27.5º de temperatura media anual, 3.000 mm. anuales de lluvia y una humedad promedio de 80% y 90% durante todo el año (en Valencia tenemos -según cifras del portal climate-data.org– 17.6º de media anual, una humedad relativa promedio del 64% y unas precipitaciones medias de 427 mm anuales, por comparar).

Las lluvias tienen como consecuencia el lavado de la tierra, llevándose los nutrientes. La acción del sol impide la formación de humus y el nitrógeno se volatiliza. Esto hace que los cultivos sean realmente escasos, aunque los pobladores han sido agricultores desde hace miles de años. Básicamente consiguen cultivar plátano, yuca, frijoles, arroz, maní, maíz… productos con poco aporte de proteínas, por lo que complementan la dieta con caza (de monte) y pescado.

La pobreza de la dieta, unido a lo numeroso de las familias (6 ó 7 miembros por núcleo familiar como mínimo) conduce a la dilución intrafamiliar de los alimentos, causando una elevada prevalencia de la desnutrición, especialmente en los niños: la ración para cada miembro de la familia siempre es poca y la costumbre es que hay más cantidad para los grandes que para los niños. Las familias, además, no tienen costumbre de guardar alimentos: si tiene abundancia un día, ese día lo consumen entre toda la familia, siendo siempre menores las raciones cuanto menor es la persona.

Paliar esta situación de desnutrición es el objetivo del proyecto de las Hermanas Franciscanas del Rebaño de María; el Comedor Infantil Jenaro Herrera acoge a día de hoy a 180 niños y niñas -aunque se ha llegado a 200- a los que se intenta asegurar al menos una comida al día.  Como complemento al comedor infantil se ha ampliado el proyecto original con una escuelita que da apoyo escolar a los beneficiarios del comedor facilitándoles, entre otras cosas, material escolar y los uniformes que se exigen en la escuela estatal. Se actúa también con los familiares de los niños y niñas beneficiarios realizando charlas formativas y talleres sobre nutrición, para conseguir que, con los recursos que tienen, fueran equilibrando sus dietas.

En su proyecto solicitan ayuda tanto para la compra de material escolar y alimentos como para el transporte. Lo apartado de la misión y la escasez de vía de comunicación hace que para algunas compras, entre ellas las de alimentación, deban acudir hasta Iquitos (137 km. de distancia en línea recta que suponen 12 horas en lancha, única forma de transportar mercancías), cuando no hasta Lima, lo que dificulta aún más el transporte e incrementa los precios.